martes, 19 de abril de 2011

Que es el Espiritu Santo

Quizá el mejor camino para conocer al Espíritu Santo sea recurrir a los símbolos que usa la Biblia, cuando describe su actuar en el hombre y en la Iglesia. Los principales símbolos son el viento, el fuego, el agua, el aceite, la paloma y el don.
El fuego: el Espíritu descendió en lenguas de fuego sobre los apóstoles, en Pentecostés. El fuego purifica, ilumina y calienta. Eso hace el Espíritu en el hombre: lo limpia del pecado, le revela los misterios de Dios y enciende en los corazones el amor.
El viento: la palabra "espíritu" significa viento, aliento. Tal fue el huracán que sopló en Pentecostés, o el aliento de vida que exhaló Jesús sobre sus discípulos. Al llenarse del Espíritu Santo, los creyentes pueden respirar la vida del Señor, tener sus sentimientos, amar y pensar como Jesús.
El agua: Jesús invitó a beber del agua viva a cuantos estuviesen sedientos. Todos podemos beber de un mismo Espíritu y ser bautizados en Él. Como si fuésemos peces, requerimos movernos en sus ondas para vivir.
El aceite: de acuerdo a las costumbres de los hebreos, a los sacerdotes, profetas y reyes se les ungía con óleo. Cristo y los cristianos quedamos ungidos por el Espíritu Santo, y embalsamados como si lo fuéramos por un perfume. Ese es el aceite que alimenta la lámpara de nuestra vida y hace que brille con buenas obras.
La paloma: este símbolo puede referirse a diversos acontecimientos bíblicos como la creación o el diluvio o a pasajes de los salmos o del Cantar de los Cantares. También puede ser un símbolo del pueblo de Israel, de la Iglesia, manifestada por el Espíritu Santo.
El don: el Espíritu Santo, prometido por el Padre y por Jesús, fue derramado sobre la Iglesia tras la ascensión del Señor a los cielos. Ese regalo de Dios es el mejor presente que podemos pedir y recibir.

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