Entre los escritos bíblicos la obra completa de Lucas, su Evangelio y los Hechos de los Apóstoles, es la que más se ocupa de la presencia del Espíritu Santo. Constituye uno de los grandes temas de su mensaje, desde los primeros capítulos del evangelio hasta las últimas frases de los Hechos de los Apóstoles, el Espíritu Santo aparece como hilo conductor del relato. En el libro de los Hechos esta presencia es tan importante que se ha dada también el nombre de "Evangelio del Espíritu".
· Se anuncia que Juan el Bautista nacerá lleno del Espíritu
(Lc. 1, 15).
(Lc. 1, 15).
· Jesús es concebido por la acción del Espíritu Santo
(Lc. 1, 35).
(Lc. 1, 35).
· Isabel queda llena del Espíritu Santo al recibir la visita de María, embarazada de Jesús (Lc. 1, 41).
· En la circuncisión de Juan, su padre, Zacarías, lleno del Espíritu Santo, alaba a Dios con su canto (Lc. 1, 67).
· Juan el Bautista, crecía, físicamente, y en Espíritu
(Lc. 1, 80).
(Lc. 1, 80).
· En la presentación de Jesús en el Templo, se repite tres veces la presencia y la acción del Espíritu en el anciano Simeón, que reconoce a Jesús Salvador (Lc. 1, 25 ss).
· En la vida de Jesús, el Espíritu se hace presente desde sus primeros pasos:
· En el bautismo, el Espíritu desciende sobre él (Lc. 3, 22).
· Lo conduce al desierto para su preparación, antes de iniciar su misión (Lc. 4, 1 ss).
· En Nazaret, cuando Jesús inicia su predicación, con su discurso-programa en la sinagoga del pueblo, retomando y actualizando las palabras del profeta Isaías, el Espíritu está con él (Lc. 4, 14. 18).

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